
Mucha expectación ha levantado a la opinión pública, conocer el vestido de novia que lució Jennifer Lawrence en su boda el pasado sábado 19 de octubre, mismo que se guardó en la habitación de un hotel, reservada únicamente para el vestido.
La estrella de Hollywood no quiso errores, y encargó el diseño a la casa Dior, de la que ella es imagen. Personal de la prestigiada firma trasladó desde París a Nueva York el vestido, que fue alojado en una habitación del hotel Viking.