
Shailene Woodley estaba “muy, muy enferma” durante sus primeros 20 años, lo que provocó que la actriz perdiera varios trabajos de alto perfil.
Mientras promocionaba su nueva película Ending, Beginnings, la joven de 28 años habló sobre su miedo por su salud y admitió que “el éxito comercial que tuve en esta industria comenzó a desgastar mi fuerza”.