
Lamentablemente, no es ningún secreto que los horarios en la oficina son cada vez más largos.
El clásico horario está empezando a ser un mito, y la idea de no tener nuestros emails de trabajo conectados a nuestros smartphones es suficiente para que la mayoría de nosotras deje de sudar frío.
Pero ahora, un nuevo estudio demostró que trabajar hasta tarde te hace tres veces más propenso a sufrir un infarto cerebral.
Según los investigadores, las personas que trabajan largas horas nunca encuentran tiempo para hacer ejercicio, llevar una dieta equilibrada, o dormir lo suficiente, lo que desencadena en una combinación potencialmente letal.